INTERNACIONALES
25 de junio de 2025
Tregua a la fuerza: Trump frenó la guerra entre Israel e Irán con amenazas y expuso a Netanyahu

Tras 12 días de fuego cruzado y cientos de muertos, el presidente de EE.UU. impuso un alto el fuego sin diplomacia y reordenó el mapa de Medio Oriente. La paz llegó como una pausa tensa, no como un acuerdo.
El conflicto entre Israel e Irán, que durante casi dos semanas sacudió al mundo con ataques directos, escaladas nucleares y miles de víctimas, se frenó de forma tan repentina como explosiva: no fue la diplomacia, sino el dedo de Donald Trump el que presionó el botón de “stop”. Con su estilo frontal y sin filtros, el presidente de Estados Unidos le ordenó al gobierno de Benjamin Netanyahu que “se calme” y acate la tregua. La frase no fue una sugerencia. Fue una instrucción pública que dejó en evidencia quién manda.
Mientras los misiles llovían sobre Teherán y Beersheva, Trump irrumpió con su propia ofensiva: no sobre Irán esta vez, sino sobre su aliado Israel. Netanyahu, según medios locales, no estaba al tanto del alto el fuego cuando Trump lo anunció por redes y en televisión. “Ya no saben qué están haciendo”, dijo el mandatario norteamericano en un tono que rompió con décadas de respaldo incondicional a Israel. La humillación fue silenciosa pero notoria: Israel debió retroceder.
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Irán, por su parte, aceptó el alto el fuego tras recibir duros golpes militares. Sus instalaciones nucleares fueron atacadas por Estados Unidos con bombas antibúnker, y las ofensivas israelíes dañaron infraestructura clave. Aun así, no se rindió. En su relato oficial, resistieron. En los hechos, cedieron. Lanzaron misiles de despedida antes del cese de hostilidades, pero también iniciaron contactos diplomáticos con Arabia Saudita y dejaron abierta la puerta a un diálogo con Washington.
La tregua impuesta por Trump es frágil. En Tel Aviv, Netanyahu mantiene la amenaza latente de nuevos ataques si Irán continúa con su plan atómico. El jefe del Ejército israelí, Eyal Zamir, fue claro: “La campaña no terminó”. En Gaza, el conflicto sigue con denuncias por crímenes de guerra, y las ONG internacionales alertan por una catástrofe humanitaria.
En paralelo, el tablero internacional se mueve: China apoya a Irán y repudia los ataques a sus plantas nucleares. Rusia observa con cautela. Y Europa, debilitada, sigue desde lejos. ¿Es esta una paz duradera o apenas una pausa táctica para rearmar posiciones?
El único que parece haber ganado, por ahora, es Trump. Impuso la paz como impone sus negocios: a los gritos y con amenazas. La guerra se detuvo. Pero la bomba sigue activa, esperando una nueva chispa.